En muchas familias podemos ver que la televisión tiene un rol muy importante en la vida y convivencia de las mismas, se ocupa a la hora de comer, a la hora de cenar, haciendo la tarea, en la convivencia familiar, etc.; en algunos círculos, la televisión es como parte de la familia.
Desdichadamente no pensamos en la parte mala de este apego a la televisión, pareciera no haber una parte mala en la costumbre de solamente encender el televisor y dejar que nos entretenga por horas sin importar la calidad y el contenido de los programas que nos ofrece hora tras hora.
Derivado de esto, los padres de familia optan por dejar que sus hijos aprendan a través de la televisión, cuando el niño o niña están inquietos o quieren salir a jugar, a muchos padres les parece más sencillo prender la televisión y dejar que el niño, frente al aparato se vuelva una especie de receptor pasivo de lo que la tele le muestra.
Es cierto que la comunicación inter humana es muy importante en el proceso de aprendizaje de los niños, lo que los padres, amigos, tíos, abuelos y primos le digan, puede tener importantes repercusiones en su manera de ver el mundo. Estos aprendizajes adquiridos necesitan de reafirmación y en ocasiones algo nuevo que hemos aprendido, genera más preguntas relacionadas, dando pie así a la maravillosa cadena de aprendizaje que lleva a entender el mundo de una manera más completa.
La televisión, tiene de todo tipo de contenidos, desde los clasificados para adultos hasta los clasificados infantiles y de aprendizaje. Cada uno de estos programas tiene si acaso más desventajas que ventajas para la educación de un niño. Si nos pusiéramos a analizar el contenido de estos programas, podemos encontrar serias deficiencias en ellos, deficiencias de lenguaje, tramas vacías o sin sentido, valores materialistas e incluso clasistas, los conceptos de belleza ocasionan serios problemas de autoestima y valoración más en niñas que en niños, se usan estereotipos y propician al consumismo.
Los programas educativos pueden llegar a tener contenidos interesantes, sin embargo no llenan el hueco de la necesidad de alguien explicando a cada duda que el niño tenga, generando lagunas y conocimiento fraccionado o incompleto que termina siendo inútil por no tener sentido.
Claro que los medios masivos de comunicación juegan un gran papel en la vida de la sociedad, es importante no dejarlos del lado, pero más importante es aún no dejar que sean éstos los que eduquen a los niños.
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