Cuando hablamos de depresión lo primero que viene a nuestra mente son personas tristes que manifiestan de alguna manera que no se sienten felices. Este padecimiento es uno de los más frecuentes a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, aunque se cree que pueden ser más los afectados ya que muchos no logran recibir un diagnóstico correcto.
Estudios recientes han mostrado un aumento de casos en un tipo de depresión que no es tan conocida y que afecta principalmente a jóvenes se trata de la depresión blanca. Este padecimiento en específico es muy difícil de detectar principalmente porque no muestra síntomas como tal y sólo es posible detectarla por las relaciones interpersonales ya sea con la familia, amigos o la pareja.
La manera en la que se manifiesta la depresión blanca es a través de una serie de reacciones que tienen como eje principal la indiferencia, el desinterés, el aburrimiento, la apatía y la confusión principalmente.
Quienes padecen este tipo de depresión suelen desarrollarse de manera normal con su entorno, aunque en el fondo son personas a las que les cuesta trabajo crear lazos, tienen dificultades para registrar sus estados afectivos, les es difícil identificar cómo se sienten, pueden irse a los extremos ya que así como les cuesta tener un acercamiento con los demás también les cuesta trabajo la separación.
Si se intenta explicar la depresión blanca con una metáfora podríamos decir que quienes la padecen tuvieron un cortocircuito entre la dinámica del deseo y el placer. Les puede costar trabajo recordar vivencias, les es difícil reflexionar sobre sí mismos.
Al no ser síntomas tan característicos de una depresión es difícil identificar que tienen un problema y por lo tanto en pedir ayuda lo cual eleva el riesgo de que la enfermedad continúe y permanezcan en el letargo por muchos años e incluso por toda su vida, lo cual se traduce en tener más dificultades en relacionarse con los demás, en no disfrutar de la vida e incluso en muchos casos se presentan cuadros de enfermedad física ya que hay una tendencia a la somatización.
Lo más importante es detectar el padecimiento para recibir la ayuda necesaria, si conoces a alguien que manifieste las características descritas o tú mismo te identificas con ellas no temas pedir ayuda recuerda que no hay nada más importante que tu bienestar.
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