Manejamos nuestro coche sin problemas por las calles de la agitada ciudad, tenemos, como todos, problemas con el tráfico, los camiones, los peatones que no miran a ambos lados antes de cruzar la calle, los ciclistas que usan los carriles de automóvil sin precaución, los taxistas siempre dispuestos a dar el golpe, los camiones que no se fijan y otros conductores distraídos o impertinentes que de un momento a otro nos pueden ocasionar un accidente; y no sólo eso, sino que nosotros mismos podemos provocar un accidente en un momento de descuido o confianza, pero nosotros no nos preocupamos puesto que estamos asegurados y eso nos da una seguridad.
Pero muchos no pensamos en qué puede pasar si al momento de firmar la póliza del seguro medico no nos fijamos en las letras chiquitas y ese accidente que tuvimos no es algo que la aseguradora cubra, por lo que nos encontraremos solos en la resolución de nuestro nuevo problema: un imprevisto.
Las pólizas de seguros son contratos en donde de una manera muy concreta se enlistan los bienes a cubrir en caso de accidente, un listado muy claro en ciertas ocasiones de lo que podemos y no podemos dar por repuesto cuando tengamos un accidente que si no leemos con mucho cuidado nos puede dar una desagradable sorpresa más adelante.
Muchas personas deciden contratar abogados de seguros al momento de firmar un contrato, ya que es muy común que las personas firmen los contratos sin leerlos detalladamente, esta es una buena opción.
Pero si después de haber firmado el contrato, en determinada ocasión la aseguradora no quiere pagar la póliza, podemos acudir a la CONDUSEF para interponer una queja y esperar a que después de las discusiones, la aseguradora acceda a pagar lo que debe. En ocasiones las aseguradoras se niegan a pagar por diferentes razones, en ocasiones la póliza no cubre el seguro médico, en el caso de los seguros de autos, las aseguradoras no siempre cubren la totalidad del coche, hay algunas partes como los rines, que a una aseguradora no le conviene pagar por el alto precio de los mismos.
Para evitar ser víctimas de abuso por parte de una aseguradora, es recomendable llevar el registro de todas las actividades y llamadas que se realizan entre la aseguradora y nosotros para así poder dar cuenta de todo lo que hemos estado haciendo en conjunto con la aseguradora sin que queden hoyos negros.
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