La temporada de rebajas de las tiendas departamentales, los almacenes de ‘fast fashion’ y los catálogos por internet es la oportunidad para adquirir esas prendas por las que se llega a sentir un amor tan intenso como platónico y cuyo único defecto es lo elevado de su precio en temporada.
Pues bien, las rebajas han llegado y con ellas la posibilidad de reencontrarse desde otra mirada con aquello que nos cautivó hace seis meses en las vitrinas. Puede suceder –como ocurre con cualquier infatuación– que una vez a nuestro alcance su encanto se debilite o, por el contrario, que nos dé por comprar de más. En este sentido, obedece a la sugerencia “no compres lo que no necesitas”, el sempiterno consejo de los blogs y revistas de moda que sigue teniendo sentido y supone una de las mejores estrategias para hacer valer tu dinero.
A la advertencia, yo agregaría: “tampoco compres prendas que, por tu estilo de vida o el clima del lugar en que vives, sabes que no vas a usar” y subrayaría aquel consejo que invita a comprar prendas básicas, como camisetas de uso diario, ‘mom jeans’, camisas y pantalones de vestir en colores sobrios y por supuesto, un buen bolso y un par de zapatos negros.
A esta lista podemos sumar sin remordimientos los indispensables chalecos y chamarras de otoño, que permanecen más tiempo en tendencia y aumentan su costo de manera exponencial tan pronto terminan las rebajas.
Merece la pena, por tanto, que estés dispuesta(o) a invertir la mayor parte del presupuesto destinado a las “compras locas”, en adquirir una de las siguientes piezas:
- ‘Denim jacket’: ¡reina entre los básicos! A menos que trabajes en una oficina (y a este respecto hay excepciones) la usarás para todos tus ‘outfits’ casuales. Puedes optar por una de tela azul claro para ‘looks’ bohemios; por una ‘oversize’ para lograr una apariencia relajada o por una del tono azul de la mezclilla original si tu intención es sacarle el máximo provecho a su versatilidad.
- Chaleco o chamarra de textura capitonada: no puede haber un mejor complemento para salir a hacer deporte, dar una caminata o protegerse de la humedad en un día de lluvia. Ambas prendas son cómodas, prácticas y, si las combinas con arte y sabiduría, pueden lucir elegantes.
- Chamarra de sherpa: o de “forro de borreguito”. Resulta ideal para los climas fríos y (sé lo que te digo) te hará muy feliz llevarla puesta en unos meses, mientras cantas villancicos junto una chimenea en Navidad.
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