No importa qué tan bien cuidemos nuestra imagen y salud, el proceso de envejecimiento, los radicales libres, los excesos en alimentación y otros hábitos tarde o temprano comienzan a hacer efecto. Sin embargo, no por ser un proceso natural debe afectarnos, la medicina estética nos trae diferentes soluciones para revertir el tiempo y seguir luciendo una piel y cuerpo radiante, con cirugías como la lipoescultura podemos lucir aún mejor que en nuestra juventud.
Una de las cirugías más solicitadas, especialmente por las personas famosas, es la cirugia de parpados o blefaroplastia que elimina las bolsas en los ojos, culpables de la apariencia cansada y desmejorada. Esta cirugía respeta la expresión de la mirada, sólo se realiza para rejuvenecerla.
Otra de las cirugías más buscadas es la ritidectomía o estiramiento facial. Esta técnica quirúrgica es extremadamente popular ya que se encuentra entre los diez principales procedimientos cosméticos de los que se han beneficiado tanto mujeres como hombres, debido a que las arrugas y la flacidez afectan a ambos sexos por igual.
Pero no sólo las cirugías nos ayudan a alcanzar la ansiada “eterna juventud”, hay otros procedimientos que nos alejan del bisturí pero nos dejan una apariencia hermosa. Ejemplo de esto es la toxina botulínica, mejor conocida como Botox. La inyección de esta tozxina relaja los músculos que producen las arrugas con un efecto que puede durar hasta 6 meses. Su uso más conocido y difundido es para atenuar arrugas o disminuir gestos comunes de la expresión corporal que han dejado surcos o líneas pero con frecuencia se utiliza para el tratamiento de asimetrías faciales y manejos de otras patologías.
Otros procedimientos químicos son el peeling y el ácido hialurónico. El peeling puede conseguir la disminución de arrugas, una piel rejuvenecida y bien hidratada, con una secreción correcta de grasa y una buena consistencia y luminosidad. Para ello se utilizan diferentes ácidos como el glicólico, salicílico, mandélico, resorcina, tricloracético, fenol, etc., dependiendo de los resultados que se busquen, el tipo de piel, la edad e historial clínico. También se le puede utilizar para el tratamiento del acné y sus secuelas.
Por su parte el ácido hialurónico se utiliza en el tratamiento de surcos y arrugas, así como para la hidratación de la piel, además este procedimiento se caracteriza por aportar volumen a ciertas zonas faciales.
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