A pesar de que los códigos de vestimenta en hospitales han cambiado, muchos de los uniformes de enfermeria siguen basándose en lo típico: colores blancos, almidonados, cofias, etc., si bien estos uniformes se crearon con el fin de inspirar confianza y respeto hacia los pacientes su cuidado puede ser muy difícil ya que se ensucian muy rápido, y si no se lavan correctamente podemos desgastarlos más rápido de lo que esperamos.
Como todos sabemos, la función principal de un uniforme es identificar a los médicos, enfermeras, estudiantes y practicantes, quienes suelen llevar batas medicas u overoles en distintos colores; en todo caso las telas que se utilizan en los uniformes médicos y de enfermería son especiales ya que los profesionales de la salud se mantienen expuestos a gérmenes, bacterias, residuos y hasta productos químicos, por lo que se deben extremar las medidas de limpieza y seguridad.
Para lavar la ropa blanca podemos utilizar agua caliente y cloro que aclara y desinfecta las telas, de preferencia se deben lavar sólo los blancos con los blancos y las prendas de colores más oscuros con otras de colores brillantes. Si la ropa tiene manchas muy incrustadas (como las de sangre) podemos disolverla en agua fría para posteriormente lavarla en agua muy caliente con detergente suave; podemos usar vinagre blanco o jabón de barra suave para deshacernos de las manchas, eliminar malos olores y desinfectar sin dañar las telas.
Podemos utilizar la secadora para terminar de purificar nuestros uniformes, si no tenemos una, podemos plancharla después de secarse, de este modo tendremos una buena imagen y nos aseguraremos de que el uniforme vendrá totalmente limpio.
Es importante no mezclar nuestros uniformes de trabajo con el resto de la ropa, ya que podría contaminarse.
Ejercer como profesional de la salud requiere tomar muchas precauciones, de estas profesiones depende la vida de cientos de personas por lo que debemos tener mucho cuidado durante su uso y su cuidado.
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