Cada etapa de la vida se caracteriza por distintos humores, pensamientos y sentimientos, cada una tiene sus altas y sus bajas, así como podemos estar gozando completamente de una etapa, la otra puede parecernos tediosa y molesta.
Generalmente la etapa en la que llega el punto de reflexión más profunda es en la vejez, el momento en el que vemos hacia atrás y podemos apreciar toda nuestra vida recorrida, los errores y aciertos que hemos cometido, las experiencias que hemos vivido y lo que nos han enseñado, nuestra familia, las nuevas generaciones conviviendo con las viejas, de repente todo se convierte en un libro que sin darnos cuenta fuimos escribiendo y ahora sólo somos los lectores de nuestra propia vida.
A pesar de que muchos adultos mayores toman esta etapa de la vida como una gran bendición, como una oportunidad de ver la vida misma, hay quienes la resienten mucho, viendo cómo se fue su juventud y con ella su capacidad de llevar a cabo muchas actividades que disfrutaban llevando a cabo. SFotolia_190164_Subscription_L
Muchos adultos mayores hablan de la inutilidad que sienten por no tener ya nadie de quien hacerse cargo, sus hijos ya se han ido y sus nietos también, muchos de ellos no pudieron tener hijos, por lo que la sensación de vacío los ataca cada día más. Estudiosos de universidades tanto estadounidenses como mexicanas han descubierto el bien que puede hacerles a las personas mayores el adoptar a una mascota y hacerse cargo de ella.
Sin contar a aquellos adultos mayores que por circunstancias ajenas a ellos, no pueden hacerse cargo de un animalito, aquellos quienes decidieron adoptar a un perrito, gatito, peces, pájaros, roedores, etc., han dado un nuevo sentido a sus vidas.
Las mascotas han comprobado ayudar al adulto mayor a estar al pendiente de su propia persona aún más que cuando no la tenían, el estar al pendiente de un animalito vivo les recuerda que también tienen que cuidarse ellos mismos, les hace sentir que nuevamente, el hacerse cargo de un animalito les hace estar más activos. En el caso de los perritos, un perro adulto que pueda salir a caminar con ellos sin jalarlos ni correr, ayuda a que ejerciten un poco más sus músculos, que de otra manera se encontrarían demasiado tiempo en reposo. La actividad que implica tener una mascota, les ayuda a las arterias y venas a mantenerse activas y evitar los infartos.
También se encontraron resultados más favorables en personas que adoptaron a una mascota que a quienes compraron una, ya que la sensación de ayuda se maximiza.

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