Por: Isabel Gonzalez Téllez
La vida moderna nos ha traído grandes beneficios que nos facilitan las tareas diarias: basta con abrir un cubito para sazonar los alimentos, abrir latas para comer verduras o bajar apps para contar las calorías de los alimentos que ingerimos a diario. A pesar de las alertas de la OMS (que indica un máximo de 12 cucharadas de azúcar en adultos) y las campañas sobre la importancia del control de peso en la prevención de la obesidad, el consumo de azúcar es exagerado en toda la población, ya que la consumimos en alimentos donde creemos que no existe y este exceso está dañando nuestra salud sin que apenas lo notemos, pues no solo los dulces están saturados de azúcar, sino otros alimentos que a diario comemos y le damos con confianza a nuestros hijos la tienen escondida entre sus componentes. Aquí los 7 signos que confirman que comes demasiada azúcar:
- Antojos dulces todo el tiempo. El conocido como “cerebro de gordo” es el responsable de los antojos de azúcar a media tarde, ya que esta actúa como una droga en nuestro organismo, por ello después de comer algo dulce como un pan, sentimos más hambre al poco tiempo.
- Problemas de la piel. El acné, erupciones de la piel, verrugas o esas manchas negruzcas que parecen mugre son la consecuencia de la respuesta hormonal del exceso de azúcar, ya que refleja que nuestro organismo es resistente a la insulina.
- Mal humor. Esos comerciales de la famosa marca de chocolates “No eres tú cuando tienes hambre” son correctos, ya que el bajón de azúcar en la sangre (que sucede después de un atracón de azúcar) provoca mal humor, como una ruleta emocional que nos trae por los suelos hasta que volvemos a darle el dulce combustible al cuerpo.
- Cansancio. Mentira que el dulce nos da energía, bueno, sí la da pero es de corta duración; una dieta alta en azúcar suele implicar bajas dosis de proteína, por lo que podemos sentirnos cansados la mayor parte del tiempo.
- Sistema inmunológico débil. El azúcar debilita a nuestro sistema inmune, por lo que es común sufrir de resfriados o virus con más frecuencia.
- Tolerancia al dulce. Entre más azúcar comemos, más alto será nuestro nivel de tolerancia; cada vez necesitaremos de más dulce para que nuestras papilas gustativas la encuentren sabrosa, por lo que pasaremos de las galletas de vainilla a las de chocolate, de ahí a las donas glaseadas y un largo etc.
- Aumento de peso. La consecuencia lógica y evidente, ya que los productos con azúcar son los que tienen más calorías, huecas que no aportan beneficios al organismo y nos hacen pesar más.
Es muy importante eliminar de nuestra dieta diaria alimentos como las barras de cereal, galletas industrializadas, jugos de frutas, refrescos, bollería y demás chucherías que dañan nuestro organismo y nos predisponen a enfermedades como la diabetes.
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