Sin duda alguna, muchos de los problemas de salud se eliminarían si tuviéramos una buena circulación sanguínea; esta es la responsable de problemas como las hemorroides, el entumecimiento muscular, la falta de deseo sexual, los ataques cardíacos, la diabetes, cáncer, derrames cerebrales, artritis, hipertensión, entre otros. Tratamientos como el drenaje linfático pueden ayudarnos a reactivar la circulación y reencender la energía de todos y cada uno de los órganos del cuerpo, que dependen del oxígeno vital que transporta la sangre.

Las várices son uno de los problemas más frecuentes, que se relacionan con la circulación sanguínea y merman la calidad de vida de quienes la padecen. Además de la mala circulación, el sobrepeso puede ocasionarlas debido a la presión que ejerce el exceso de peso sobre las piernas; en los spas y clínicas de belleza y salud podemos encontrar el tratamiento de presoterapia, que resulta muy eficaz para el alivio de las piernas cansadas, síntoma característico de las várices, y pueden recurrir a él hombres y mujeres, pues aunque las várices son más comunes en las mujeres, ellos también las padecen, especialmente los obesos y los deportistas más acérrimos.

Si bien las várices tienen diferentes orígenes, reactivar la circulación traerá grandes beneficios a nuestro organismo, puede prevenir la aparición de venas varicosas y mantenernos en un mejor estado de salud en general; para mejorar nuestra circulación y prevenir las várices, debemos:

  1. Evitar pasar mucho tiempo en una sola posición. Ya sea sentados o parados, debemos evitar la inmovilidad dando caminatas ocasionalmente si trabajamos sentados; además el ejercicio cardiovascular es de gran ayuda para reactivar la circulación.
  2. No cruzar las piernas. Si es una postura muy cómoda para muchos, para otros es elegante y sexy, pero cruzar las piernas bloquea el paso de la sangre, favoreciendo la aparición o empeorando las várices.
  3. Consentir a nuestras piernas. Al llegar a casa podemos quitarnos los zapatos, recostarnos y elevar las piernas sobre almohadas o la pared; también podemos usar cremas o lociones de aloe vera para darnos masajes en las zonas adoloridas.
  4. Usar medias y calcetines especiales. Usarlas favorece el flujo de sangre en las piernas, debemos evitar las tobimedias o calcetines apretados porque contribuyen a las várices y empeoran la insuficiencia circulatoria.
  5. Podemos utilizar compresas o remojar las piernas en agua fría y luego caliente para activar la circulación y relajar los músculos de las piernas.
  6. Hidrátate. El líquido vital nos ayuda a eliminar las toxinas y mejorar la circulación sanguínea, además en casos de resequedad de la piel (típicos de la diabetes) es importante mantener la piel hidratada, por lo que también se recomienda el uso de crema.
  7. Consulta a tu médico. Cuando las várices se convierten en un problema grave, el médico especialista es el Angiólogo, quien podrá tratar la insuficiencia venosa con cirugía o láser; los casos leves pueden ser tratados con aparatología como la presoterapia o con el consumo de fármacos.

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